jueves, 7 de agosto de 2008

Los pibes bandera

Héctor Pellizzi

(Gracias María)

A los asesinos no les importan los niños,

- y no es el crimen de Campana-

Son los pibes bandera, fumigados de la soja.

Lo dice el diario La Capital , de la Capital “socialista”

de Rosario.

En Las Petacas, un lugar de Santa Fe,

los niños son rociados con herbicidas

y pesticidas.

(Y pensar que eran los únicos privilegiados…)

Trabajan como postes, como banderas humanas

y luego, mañana, serán reemplazados

por otros, por otros, por otros…

Primero comienzan a fumigar en las esquinas,

después hay que contar 24 pasos hacia un costado,

desde el último lugar donde pasó el avión

y pararse allí,

para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar.

Práctica solución económica de los patriotas productores.

Los rocían con “Randap” y con “2-4 D”

Me recuerda aquel negro de la colonia llamado Bembé,

que vino en buque esclavo de Angola.

Estos pibes, nacieron aquí y ahora.

También ayudan a cargar el tanque del “Mosquito”,

avioneta que vuela bajo, y cuando hay viento

les moja la cara.

Cobran 25 centavos por hectárea

y hacen un millón y medio

de metros cuadros por día, por día, todos los días.

Los chicos comen en el campo para no perder tiempo,

pero igual les duele la cabeza, constantemente

les duele la cabeza.

Son pendejos machos, (hay que aguantársela

al rayo del sol)

Respiran el olor del veneno,

pero algunos se tapan la cara con una remera.

Los patriotas, los de las escarapelas más chicas,

usan banderilleros satelitales,

los de las escarapelas más grandes, los hacen caminar

200 hectáreas por día, todos los días.

Y en las plazas de la ciudad, las cacerolas de teflón

rebasan azules y blancas

de caviar y champignon.

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